El arte de vivir en plena conciencia
La plena conciencia es la energía de estar atento y despierto en el momento presente. Es la práctica continua de contactar la vida profundamente en cada momento de nuestra vida cotidiana. Ser plenamente consciente es estar vivo verdaderamente, presente y en unión con aquellos que están alrededor tuyo y con lo que te encuentres haciendo. Traemos nuestro cuerpo y nuestra mente en armonía mientras lavamos los platos, manejamos el auto o nos bañamos por la mañana.
Nosotros como practicantes hacemos más o menos las mismas cosas que el resto de la gente –caminamos, nos sentamos, trabajamos, comemos, etc.‑ con la salvedad de que nosotros lo hacemos con plena conciencia, prestando toda nuestra atención a lo que estamos haciendo. Practicamos la plena conciencia en todo momento del día y no sólo cuando estamos en la sala de meditación, sino también en la cocina, en nuestros cuartos y en los trayectos de un lugar a otro.
Practicando juntos como una Sangha, como una comunidad, nuestra práctica de la plena conciencia se vuelve más alegre, relajada y estable. Nos volvemos campanas de atención para los demás, apoyando y recordándolo a los demás a lo largo del camino de la práctica. Con el apoyo de la comunidad, podemos cultivar la paz y la alegría a nuestro alrededor, como un regalo para todos los que amamos y cuidamos. Podemos cultivar nuestra solidez y nuestra libertad –sólidos en nuestra fuerte aspiración de liberarnos de nuestros miedos, nuestras comprensiones erróneas y sufrimientos.
Queridos amigos, tratemos de ser inteligentes y hábiles en nuestra práctica, acercándonos a cada aspecto de la práctica con curiosidad y un sentido de búsqueda. Practiquemos con comprensión y no sólo por la forma o la apariencia. Disfrutemos de nuestra práctica con una actitud relajada y amable, con una mente abierta y un corazón receptivo.