Los cinco entrenamientos de la plena consciencia

Los Cinco Entrenamientos de la Plena Conciencia son la base de una vida feliz. Ofrecen la manera de proteger la vida y de hacerla bella. Siguiendo este camino cultivamos el amor y la felicidad, a la vez que ayudamos a los demás a hacer lo mismo.

Los Cinco Entrenamientos de Plena Consciencia nos permiten profundizar en nuestra comprensión del interser de todas las cosas, y comprender mejor que nuestra felicidad es interdependiente de la felicidad de los demás. El interser no es una teoría, sino una experiencia vivida por los grandes seres, budistas y no budistas. El misterio del interser puede ser vivido en cada momento por cada uno de nosotros: no existimos como entidades separadas, somos interdependientes con el cosmos entero. Estamos tejidos en la Tela del Interser: cada entidad del universo existe únicamente porque existen las demás entidades.

La práctica de los Cinco Entrenamientos de la Plena Consciencia es también un entrenamiento de la concentración y de la introspección. Así nos da acceso a la visión del interser que nos libera de todo miedo y de toda separación.

Los Cinco Entrenamientos de la Plena Consciencia representan la visión budista para una espiritualidad y ética globales. Son la expresión concreta de las enseñanzas de Buda sobre las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Óctuple Sendero, el camino de la comprensión correcta y el amor verdadero, que llevan a la sanación, a la transformación, y a la felicidad de nosotros mismos y del mundo. Practicar los Cinco Entrenamientos de la Plena Consciencia es cultivar la introspección del Interser o de la Visión Correcta, que puede eliminar toda discriminación, intolerancia, ira, miedo y desesperanza. Si vivimos conforme a los Cinco Entrenamientos de la Plena Consciencia, ya nos encontramos en el sendero de un Bodhisattva. Al saber que estamos en ese sendero, no nos perdemos en la confusión sobre nuestra vida en el presente o en miedos sobre el futuro.

Estos entrenamientos no son mandamientos. Es importante recibirlos y vivirlos con apertura de espíritu, con flexibilidad y sin dogmatismo, teniendo en cuenta las posibles excepciones.

Primer entrenamiento: Reverencia por la vida


Consciente del sufrimiento causado por la destrucción de la vida, me comprometo a cultivar mi comprensión del interser y mi compasión, a fin de aprender cómo proteger la vida de las personas, los animales, las plantas y los minerales.

 

Me comprometo a no matar, a no permitir que otros maten y a no apoyar ningún acto de violencia en el mundo, en mi pensamiento o en mi forma de vivir. Comprendo que toda violencia causada por el fanatismo, el odio, la avidez o el miedo tiene origen en una visión dualista y discriminatoria.

 

Me entrenaré para ver todo con amplitud de miras, sin discriminación ni apego a ningún punto de vista ni a ninguna ideología, así como para trabajar en la transformación de la violencia y del dogmatismo que residen en mí y en el mundo.

Segundo entrenamiento: Felicidad verdadera


Consciente del sufrimiento causado por el robo, la opresión, la explotación y la injusticia social, me comprometo a practicar la generosidad en mis pensamientos, en mis palabras y en mis acciones de la vida diaria. Compartiré mi tiempo, mi energía y mis recursos materiales con aquellos que los necesiten. Me comprometo a no apropiarme de nada que no me pertenezca.

 

Me entrenaré en mirar profundamente para ver que la felicidad y el sufrimiento de los demás están estrechamente ligados a mi felicidad y sufrimiento propios. Comprendo que la felicidad verdadera no es posible sin comprensión ni amor, y que buscar la felicidad en el dinero, la fama, el poder o el placer sensual genera mucho sufrimiento y desesperanza.

 

Profundizaré en mi comprensión de la felicidad verdadera que depende más de mi forma de pensar que de las condiciones externas. Si soy capaz de establecerme en el momento presente, puedo vivir feliz aquí y ahora, en la sencillez, reconociendo que existen numerosas condiciones para ser feliz y que ya están disponibles en mí y a mi alrededor. Consciente de ello, me comprometo a elegir un medio de vida correcto para reducir el sufrimiento y contribuir al bienestar de todas las especies sobre la Tierra y, en particular, actuando para dejar de contribuir al cambio climático y revertirlo.

Tercer entrenamiento: Amor verdadero


Consciente del sufrimiento causado por una conducta sexual inapropiada, me comprometo a cultivar la responsabilidad y a aprender medios para proteger la seguridad e integridad de los individuos, las parejas, las familias y la sociedad. Reconociendo que el deseo sexual y el amor son cosas distintas, y que la actividad sexual motivada por el deseo me daña tanto a mí como a las demás personas, me comprometo a no tener relaciones sexuales sin consentimiento mutuo, sin amor verdadero y sin un profundo compromiso de largo plazo. Me comprometo a buscar entre mis amistades, miembros de mi familia y de la Sangha, en quienes confío y me apoyo, un sostén espiritual que favorezca la solidez de mi relación.

 

Haré todo lo que esté a mi alcance para proteger a los niños y a las niñas del abuso sexual y para prevenir que las parejas y las familias se rompan a causa de una conducta sexual inapropiada. Consciente de que el cuerpo y la mente están interrelacionados, me comprometo a aprender formas apropiadas de cuidar de mi energía sexual y de cultivar la bondad amorosa, la compasión, la alegría y la inclusión, que son los cuatro elementos básicos del verdadero amor, para mi mayor felicidad y la mayor felicidad de las demás personas.


Consciente de la diversidad de la experiencia humana, me comprometo a no discriminar ninguna orientación sexual ni a ninguna identidad de género. Practicando el verdadero amor sabemos que continuaremos de una forma hermosa en el futuro.

Cuarto entrenamiento: Habla amorosa y escucha profunda


Consciente del sufrimiento causado por palabras irreflexivas y por la incapacidad de escuchar a los demás, me comprometo a aprender a hablar a todos con amor y a desarrollar una escucha profunda que alivie el sufrimiento y promueva la paz y la reconciliación en mis relaciones con los demás, entre los grupos étnicos y religiosos y entre las naciones.

 

Sé que las palabras pueden crear felicidad o sufrimiento, por lo que me comprometo a aprender a hablar con honestidad, a emplear palabras que inspiren a todos confianza en sí mismos, que alimenten la alegría, la esperanza, y promuevan la armonía y la comprensión mutuas. Me comprometo a no decir nada cuando me invada la ira. En ese caso, me entrenaré en respirar y en caminar en plena consciencia para poder reconocer esa ira y observar profundamente sus raíces, especialmente en mis percepciones erróneas y en mi falta de comprensión de mi propio sufrimiento y el de la persona o personas contra las que dirijo mi ira.

 

Me entrenaré en decir la verdad y en escuchar profundamente para reducir el sufrimiento de los demás, el mío propio, y para encontrar soluciones en las situaciones difíciles. Me comprometo a no difundir noticias de las que no tenga certeza y a no decir nada que pueda causar división, discordia o ruptura en el seno de una familia o de una comunidad. Practicaré la Diligencia Correcta para nutrir mi comprensión, mi amor, mi felicidad y mi tolerancia, y para transformar día a día las semillas de violencia, odio y miedo que residen en mí.

Quinto entrenamiento: Transformación y sanación


Consciente del sufrimiento causado por un consumo irreflexivo, me comprometo a aprender a nutrir de forma sana mi cuerpo y mi mente y a transformarlos mediante el cultivo de una buena salud física y mental y mediante mi práctica de la plena consciencia cuando como, bebo o consumo. Para no intoxicarme, me entrenaré en la observación profunda de mi consumo de los cuatro tipos de alimentos: los alimentos comestibles, las impresiones sensoriales, la volición y la consciencia.

 

Me comprometo a no hacer uso del alcohol ni de ninguna forma de droga, y a no consumir ningún producto que contenga toxinas, como ciertos sitios de internet, juegos electrónicos, películas, programas de televisión, libros, revistas e incluso ciertas conversaciones. Me entrenaré regularmente en volver al momento presente para mantenerme en contacto con los elementos nutritivos y saludables que hay en mí y a mi alrededor.

 

No me dejaré llevar por remordimientos o penas del pasado, o por preocupaciones y miedos sobre el futuro. Me comprometo a no utilizar el consumo como un medio para huir del sufrimiento, la soledad o la ansiedad. Me entrenaré para mirar profundamente en la naturaleza interdependiente de todas las cosas, de forma que, al consumir, nutra la alegría y la paz, tanto en mi cuerpo y en mi consciencia, como en el cuerpo y la consciencia colectivas de la sociedad y del planeta.